5 de agosto de 2007

Cuando eramos pequeños

Ya que uno empieza a verse como el viejo del grupo, que los deportistas de nivel ya son más pequeños que tú, que la gente de tu generación ya tienen niños... echas la vista atrás y recuerdas cuando teniamos 13 años, y jugábamos en el patio de colegio.
La verdad es que no éramos un grupo muy numeroso, más bien era la clase más pequeña de todo el colegio.. pero sabías que cualquiera de tu clase te podías sentar con él y contarle tu vida. Creo que nadie estaba peleado con nadie, y el buen ambiente era genial. Siempre pensabas que pasarían los años, y en tu boda estarían todos ellos, y que de viejos seguiriamos por el pueblo recordando años mejores.
Pero en cuestión de poco tiempo todo se fue enfriando, los grupos separando, recuerdo que una me dijo que deseaba llegar al insti para dejar de estar con los catetos del pueblo. Y me hizo sentir mal. Uno creía tener buenos amigos, pero pasaban los años, y empezabas a ver que quizás estabamos juntos porque no había otra cosa.
Ya casi quince años después, de toda esta gente, salvo 2 o 3, el resto no andan muy lejos del pueblo que nos vió crecer, pero ya no vamos a llamar a las 5 de la tarde, y tirarnos hablando hasta que anochezca, ni quedamos para ir juntos a coger el bus, ni nos llamamos cada vez que nos pasa algo curioso,... lo peor, es que con algunos, nos cruzamos y ni nos saludamos.
Hace un par de semanas, hablando con una de las pocas amigas que pude mantener algun trato, aunque menos del deseado, me comentó que estuvo con parte de esta gente, y volví a sentir la necesidad de acercarme a ellos. Yo creo que pese a que la madurez nos haya llegado de forma muy diferente, tenemos más cosas en común entre nosotros que con la mayoría de los nuevos amigos.
Después de un par de mensajes, y algún cruce hablando 5 minutos con viejos amigos, creo que no soy el único que piensa así. Creo que todos deseamos, no sé si tan fuerte como antes, pero al menos que esto no se apague para siempre.
Me hablaron de quedar algunos en este mes. Tengo amigos de otros colegios que he visto que han mantenido, aunque sea una vez al año, este contacto, y seguro que no estuvieron tan unidos como nosotros. Si perdemos nuestro origen, volveremos a perder dentro de unos años nuestro actual presente. Esto es como el primer amor, no se olvida.. los primeros amigos, aunque no te hables, les tienes cariño. Que no se apague!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pos habrá que quedar verdad.

Palabra que se hará.

Lo prometido es deuda

Anónimo dijo...

Jose, la verdad es que me estoy quedando muy sorprendido leyendo este blog. En primer lugar, porque te hayas decidido a crearlo (capacidad tienes sin duda) y en segundo lugar, me estás dejando con la boca abierta. Cuando éramos niños (qué fuerte decir esto!!) siempre te recuerdo como una persona tímida y ahora leo estas cosas y me creo que estoy leyendo algo escrito por otra persona...

Volviendo al hilo del post, tienes mucha razón. Los grupos se separan y sólo quedan las buenas amistades. Del pueblo sólo conservo dos, por supuesto tú eres la número uno (y la número dos ni siquiera sabe que me acuerdo de ella muchas veces...). Sé que no nos vemos mucho, y aunque te diga siempre que hablamos que te visitaré cuando baje a Granada... al final nunca encuentro tiempo con tantos actos familiares, pero lo que sí te puedo asegurar es que me acuerdo mucho de cuando íbamos al instituto, cuando quedábamos para echarnos unas canastas (que simpres ganaba, por supuesto :-))... Ahora que estoy en Madrid, una ciudad en la que cada uno va a su "bola" me doy cuenta lo difícil que es tener buenos amigos, aquí en esta ciudad de locos, lo único que puedes tener es "conocidos".